Este verano, tras leer el post Primeros cálculos de nuestra huella de CO2 de Patricia y Fernando, creadores de Vivir sin plástico, empecé a darle vueltas a todo el tema de la Huella de Carbono que generamos cuando navegamos por internet. No sé si lo sabíais, pero cada vez que abrimos una página web o mandamos un correo electrónico estamos generando emisiones de CO2 que van a la atmósfera.
El tema de la huella de carbono en internet es algo de lo que he empezado a oír hablar hace poco, gracias a perfiles y blogs que sigo, y tengo que reconocer que inicialmente, al comenzar a indagar en todo este asunto sentí muchísima ansiedad y me obsesioné con el miedo de pensar que hay millones de acciones sobre las que no tenemos control para frenar el cambio climático. Después de un poco de trabajito interno e investigación comencé a relajarme un poco más, y decidí poner en práctica muchos de los consejos que fui encontrando para reducir la huella ecológica digital. Y eso es de lo que vamos a hablar hoy.
COMENCEMOS POR EL PRINCIPIO
¿Qué es la huella ecológica? Según FACUA, la huella ecológica es un indicador que se define como "el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados, y para asimilar los residuos producidos por una población dada, con un modo de vida específico de forma indefinida".
Desde hace años, activistas y científicos alertados por el agotamiento de los recursos del planeta han visto la necesidad de buscar un indicador, que proporcionara información acerca de las acciones que el ser humano tiene sobre el ecosistema. Se suele expresar en gramos, kilogramos y toneladas de Dióxido de Carbono (CO2). La huella ecológica digital es el resultado de las emisiones que se generan al utilizar internet por parte de un usuario mediante diferentes acciones. Y os estaréis preguntando, ¿Cómo puedo estar contaminando al buscar algo en internet? Tenemos que pensar que para que podamos disponer de internet y red inalámbrica 24 horas al día, durante 365 días al año, estos dispositivos tienen que estar conectados a un servidor que nunca duerme y que funciona por una fuente de energía.
Según climatecare.org, cada vez que hacemos una búsqueda en un buscador web se generan gases de efecto invernadero, concretamente de 2 a 7 gramos de C02, ya que una única búsqueda requiere el uso de múltiples servidores. Cuando mandamos un email también estamos generando emisiones, alrededor de unos 4 gramos de CO2, que pueden elevarse a 50 gramos si le añadimos un archivo adjunto.
Y lo siento mucho amiguis, pero las plataformas, series y películas en streaming son también otra enorme fuente de emisiones y de CO2. En Julio de 2019 se publicó The Shift Proyect, un informe que estudió el consumo de energía de estas plataformas de video y los datos son bastante escalofriantes. Para que os hagáis una idea, disfrutar de media hora de una película en streaming emite 1,6 kilogramos de CO2, lo que equivaldría a conducir 6,3 kilómetros en un coche.
Cada año nuestro uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) va en aumento, eso sumando a que se ha incrementado el teletrabajo, y que durante los confinamientos internet se convirtió en nuestro mejor aliado para matar el tiempo y conectar con nuestros amigos y familiares. ¿Esto significa que a partir de ahora tenemos que vivir en el Paleolítico Superior y no utilizar la tecnología? Efectivamente no. La tecnología nos ha ayudado a avanzar en muchos aspectos y lo seguirá haciendo, pero creo que tenemos que empezar a ser responsables del uso que hacemos de ella, y no pensar que como no lo vemos, no está pasando. He estado investigando durante un tiempo y hoy os traigo algunos consejos que podemos empezar a implementar, para reducir nuestra huella ecológica digital.
1.Habla de ello con la gente de tu entorno. Cuando hablé por primera vez de este tema con gente de mi alrededor, aparte de decirme que estaba un poquito loca, me confesaron no tener ni idea acerca de que el uso del whatsapp, redes sociales e internet afecta al medio ambiente. Después de investigar y ver que cada año los niveles de CO2 por parte de este sector, que puede que este año haya superado con creces al producido por el transporte aéreo, me vino a la cabeza escribir este post para que el mensaje empiece a llegar a mucha más gente. Si este post te parece interesante, te animo a que investigues sobre este tema y compartas la información con todas las personas que te rodean, para que empiecen a tomar conciencia de ello.
2. ¿Es necesario enviar tantos emails?. Como veíamos anteriormente, un email puede generar unos 4 gramos de CO2 cada vez que se envía, y superar los 50 gramos si se añade algún archivo adjunto, por ello te animo a que lo utilices con precaución. Envía emails sólo en caso necesario, y suprime los emails de agradecimiento siempre que puedas. En el caso de trabajar en un espacio compartido con otras personas, comunícate con ellas personalmente y no por email. Si necesitas enviar un archivo adjunto, como un documento, una foto o un vídeo, puedes reducir su tamaño comprimiéndolo, o utilizando plataformas como Wetransfer o MyAirBridge para enviar muchos archivos, y así no mandar tantos emails diferentes. Si estás trabajando con más personas dentro de un proyecto, una buena idea es trabajar con documentos compartidos en la nube de Google Drive o Dropbox. Este primero cuenta con un pequeño chat dentro de los documentos compartidos, para poder comunicarte con tus compañeros en directo y es sin duda una buena forma de reducir la cantidad de envíos de emails.
3. Hablemos de las Newsletters. Sé que sugerir que canceles todas las suscripciones a Newsletters que no leas y que borres todos los emails que no necesites es tirar piedras contra mi propio tejado, pero gracias a todas las campañas de Black Friday y Navidad que he recibido en los últimos dos meses (muchas veces más de 30 correos al día con ofertas de un montón de webs, y a más de la mitad de ellas no recordaba ni haberme suscrito), me he dado cuenta de todos los emails que borraba al día sin leer. Eso es información que no me interesa y, por tanto, ¿Por qué no darme de baja? Una tarde me puse a darme de baja de todas esas webs que ya no me interesaban y la cantidad que recibo ahora es mucho menor. ¿Por qué digo lo de tirar piedras contra mi propio tejado? Pues porque desde hace un par de meses comencé a hacer una Newsletter para hablar sobre diversos temas, y hacer update de todas las cosas nuevas de la web. Intento mandar estás Newsletters sólo en caso necesario y estoy reduciendo su contenido para que no pesen tanto.
Si eres de los que tiene 50.000 correos en su bandeja de entrada, te aconsejo que cuando dispongas de un rato libre te pongas a borrar todos esos correos que no has leído -ni vas a leer nunca-. Si ves que es una tarea bastante tediosa puedes borrar cada correo después de leerlo, y recuerda vaciar también la papelera cuando hayas terminado.
4. Navegando por la red. ¿Eres de los que tiene mil quinientas ventanas abiertas? Guarda todas esas webs en favoritos para abrirlas más adelante, ya que tener muchas ventanas abiertas hace que se disparen los niveles de consumo de energía. Otras acciones que también puedes hacer son apagar tus dispositivos cuando termines de trabajar o te vayas a dormir; ponerlos en modo reposo cuando quieras hacer un descanso; utilizar wifi en vez de datos siempre que pued y apagar el router por las noches.
Si buscas alternativas limpias a buscadores de información, prueba a utilizar Ecosia, que utiliza los beneficios que obtiene de nuestras búsquedas para plantar árboles donde más se necesita. Te animo a que lo pruebes y lo instales como buscador predeterminado.
5. Las Redes Sociales. Este punto lo podría titular consejos vendo que para mí no tengo, ya que estoy TODO el día metida en redes sociales, en gran parte debido a que son una herramienta fundamental e imprescindible de mi trabajo. Mandar muchas fotos o vídeos por whatsapp, hacer scrolling en instagram durante horas, o descargarse películas en plataformas cómo Netflix, HBO o Amazon Prime, se traducen en muchisisimos kilogramos de CO2 cada día. Esto me lleva también a proponer(me) nuevas maneras de invertir nuestro tiempo, cómo dar un paseo, ir a ver una exposición, leer un libro, tomar un café con un amigo, hacer deporte...en definitiva, hacer acciones en las que no estén implicadas la TIC. Sé que es muy difícil después de un largo día de trabajo ponerte a hacer actividades que no te apetecen, y que es mucho más fácil dejar tu mente en blanco y ver una serie o meterte en Instagram a ver lo que están haciendo tus amigos o la gente a la que sigues, pero es una realidad que las redes sociales nos quitan un tiempo precioso en nuestra vida. ¿Y si nos ponemos como propósito para el año que viene pasar menos horas en las RRSS? Si tienes redes sociales pero hace años que no las usas, bórralas y si -como yo- eres un poco adicto a ellas, puedes ponerte unos horarios en los que poder mirarlas, desactivar las notificaciones para que no te tienten, o instalar aplicaciones que te limiten su uso o te avisen cuando llevas un tiempo utilizándolas.
6. Analizar y compensar tu huella de carbono digital. En el artículo de Patricia y Fernando, de Vivir sin Plástico, descubrí la calculadora de huella de carbono de páginas web. Esta web te ayuda a ver y calcular el impacto que tiene una página web en el medio ambiente y cuánto CO2 es emitido cuando hacemos click en ella. Me ha parecido muy interesante para saber cuánto contamina esta página web, y algunos trucos para poder reducirlo. Aunque tengo que decir que no se si me fío al 100% de los cálculos que me ha proporcionado, ya que me ha dado diferentes datos y medidas sin haber hecho ningún cambio y a veces me dice que utilizo un hosting que funciona con energía renovable y otras veces me dice que no. Para salir de dudas escribí a la empresa que gestiona esta web, preguntándoles si sus servidores funcionaban con renovables y la respuesta fue: NO, así que les propuse que revisasen sus medidas y su compromiso con el medio ambiente, por lo que espero en un futuro cercano tener noticias sobre ello. Si no, tendré que pensar si volar hacia una plataforma que me permita un hosting web sostenible, ya que estos generan tres veces más energía limpia de la que utilizan.
Cómo de momento he pagado por otro año para tener esta página web, lo que he pensado hacer ha sido compensar la huella de carbono que ha emitido esta página durante los 12 meses anteriores. Para ello, he donado el dinero equivalente a un proyecto de reforestación. La verdad es que me ha costado bastante decidir en qué proyecto invertir este dinero, ya que hay muchísimos super bonitos e interesantes. A continuación os voy a dejar una pequeña lista con algunos de ellos, por si queréis echarles un vistazo, y animaros también a compensar vuestra huella de carbono digital. En el caso de que no tengáis página web o blog podéis calcular el CO2 que habéis emitido a lo largo de todo este año, y donarlo al proyecto que más os guste.
Muchos de ellos son proyectos realizados en España, aunque también podéis encontrar otros internacionales.
Concretamente he elegido el proyecto Reforesta, que una asociación sin ánimo de lucro fundada en 1991 que actúa principalmente en la Comunidad de Madrid. Además del proyecto de reforestación, se encargan de educar en cuanto a la importancia de los bosques y a concienciar sobre la gravedad de la desertificación. Además, si aún no tenéis regalo para Reyes, una idea original y sostenible que proponen es regalar un árbol. Puedes hacerlo en el proyecto que más te guste, ya que algunos te proponen que les acompañes a la hora de plantarlo y otros te envían las coordenadas para que puedas visitarlo, o te envían fotos cada x tiempo para que veas su crecimiento. Estas Navidades me he autoregalado un arbolito con Reforesta, así que os mantendré informados de cómo va el proceso...
Sé que este post es de una temática un poco fuera de lo normal, pero espero sinceramente que os haya gustado y os haya hecho reflexionar. Si se os ocurren más ideas para poder reducir la Huella de Carbono, u os animáis a participar en algún proyecto de reforestación, me encantaría saberlo :D Podéis contactarme por alguna de mis dos cuentas de Instagram @cosasporllegar y @loecoporllegar o por el formulario de la web. ¡Os espero!
Muchas gracias por concederme este ratito.
¡Nos vemos!
Patrice :)
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